
Las familias son grupos de hortalizas que aunque sean de diferente forma o sabor comparten determinadas características. Por ello, si conocemos con profundidad cada familia de verduras y hortalizas, podemos entender sus necesidades para que tengan un buen desarrollo, mejorar su producción y prevenir plagas y enfermedades.
La botánica define a las familias por su órgano sexual: la flor y el fruto. No tiene nada que ver con la apariencia de las plantas, por más que se parezcan dos plantas no son parientes si tienen distinta flor.
.Cada familia tiene o se relaciona a su manera con especies de otra familia y con las de la propia. Incluso hay familias enemigas, que no pueden estar juntas una planta con otra salvo excepciones.
Clasificación de los cultivos
Podemos clasificar nuestras hortalizas como familias con los siguientes nombres:
Aliáceas (Puerro, cebollas, ajo, esparrago)
Son plantas de las que solo se utiliza en mayor parte su cabeza o también llamada bulbo, estos contienen su reserva alimenticia en las hojas carnosas.
En general, son plantas de poca altura, de arraigamiento superficial a medio, con bulbos más o menos prominentes. Las hojas nacen de un tallo subterráneo y comprimido, siendo lanceoladas y de base tubular, por lo que conforman un falso «tallo». Los tallos florales, o «escapos» florales.

Lamiáceas (albahaca, romero, tomillo, menta, salvia, lavanda).
Son casi todas las aromáticas. Las flores son columnas de boquitas abiertas con la lengua fuera. Son resistentes y protectoras de otras. Resisten el frío (salvo la albahaca) y el calor, resisten plagas, enfermedades y sequía. Necesitan pocos cuidados . Cuando gustan de un lugar se hacen invasoras sin perjudicar a las que están. Lo único que las perjudica es el exceso de riego y humedad.

Compuestas (lechugas, endivia, escarola, caléndula, crisantemo, manzanilla, alcachofa, achicoria).
Son hortalizas que se aprovechan la hoja con excepción de la alcachofa que se consume su fruto, algunas de blanquean para evitar su sabor amargo y consumes más potasio en comparación con los otros nutrientes de la tierra.
Crucíferas (col, coliflor, bróculi, rúcula, nabo, colinabo, rabanitos, Coliflor, repollos, nabo, mostaza, coles de Bruselas, Berro.
Dan flores de 4 pétalos en forma de cruz, nunca en forma de x. A eso se debe el nombre de la familia. Son homogéneas en cuanto a las asociaciones. No consumen mucho suelo, luz y agua. Acumulan agua en sus tallos y hojas.
No les gusta el calor, soportan bien el frío. Su mayor enemigo es el escarabajo de la col. Absorben de forma equilibrada los nutrientes de la tierra, puede que alguna especies de la familia le guste más el potasio.

Umbelíferas (zanahoria, apio, perejil, chirivía, cilantro, hinojo, anís)
Sus hojas son finas y dentadas, tienen olor y sabor intenso.
El nombre viene de la inflorescencia en forma de paragüitas de flores blancas (umbrella). Tienen bajo consumo de agua y luz. Necesitan de clima frío, tierra blanda y buena. No es que sean consumidoras de suelo, pero si la tierra no es fértil no se desarrollan bien.
Solanáceas (tomates, berenjenas, pimiento, papa, kiwi)
Sol la reinas de la huerta, necesitan mucho sol, calor y espacio para poder desarrollar sus raíces y frutos. Consumen mucho potasio y nitrógeno de la tierra. La mayoría dan frutos comestibles. Son altas consumidoras de suelo, agua y luz, requieren calor, atención, cuidados y tierra ácida.

Gramíneas (maíz, trigo, arroz, cebada, avena)
Son los cultivos que consumimos sus granos. A simple vista parece que esta familia no va mucho con las huertas urbanas ya que se ve en grandes extensiones para recolectar un kilo de granos, pero hay un cultivo que nos favorece mucho y no necesariamente hay que cultivar muchas plantas, el maíz. Tener en nuestra huerta una hilada de maíz nos favorece en la aireación del terreno por sus raíces profundas.
Leguminosas (habas, judías, guisantes, soja, lentejas)
Una familia que le aporta fertilidad al suelo, es decir, le aporta mucho nitrógeno durante su cultivo, es por esto que es bueno tenerlo en nuestra huerta.

Quenopoidáceas (espinacas, acelgas, remolachas, betarraga)
Son poco exigentes en nutrientes y pueden tolerar la salinidad. Entre su familia no parece tener nada en común, pero si las cultivas, podes ver que las hojas son parecidas entre ellas. Prosperan en cualquier tierra, son bajas consumidoras de todo. Resisten la salinidad, la sequía, las malezas y el pasto.
Cucurbitáceas (pepino, zapallito, calabaza, melón, sandía)
Son cultivos que aman el sol y pasar calor. Esta familia es muy consumidora del nitrógeno. Al ser cultivos grandes, exprimen los nutrientes del suelo, estaremos muy pendientes del abono del terreno para que no perdamos la fertilidad de la tierra.

Ahora que ya sabes como son las familias de las hortalizas, estas preparado para poder pensar en una buena asociación y rotación de cultivo.
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